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Vigo, Nigran y Baiona

Bueno, después de salir de La Guardia, seguimos el viaje hacia Vigo, era nuestra siguiente parada y cogimos dos noches en el Hotel Vigo Plaza, está bastante bien el precio es razonable y muy cerca del centro, con lo que aparcas el coche y no tienes que moverlo para desplazarte. Llegamos por la tarde, después de como dije antes, pasar por La Guardia, comer en Casa Olga y subir al Monte Tecla. Nos alojamos y aparcamos un poco alejados pero bien para pasear hasta el centro, concretamente cerca del Monte O Castro y lo primero que vimos fue el monumento a los caballos, hay opiniones para todos los gustos que así que, vosotros mismos.
Monumento a los caballos en la Plaza de España
Llegamos al centro y dimos un agradable paseo, ya que la temperatura de todo el viaje fue estupenda, hay bastante ambiente nocturno y la mayoria de los bares está a tope, pero siempre hay un hueco donde sentarse y probar las estupendas viandas gallegas.

Al centro se llega, desde el hotel, a traves de la puerta del Sol, donde te encuentras con la estatua del Sireno.


 Ya, ya sé que puede ser cualquier cosa, pero le llaman el sireno, así que es lo que hay, frente hay un arco y a través de él, conectas con la zona de ocio y poco más allá, el puerto.

Por la mañana paseamos por el puerto, visitamos las tiendas del lugar y nos pasamos, logicamente por el Mercado A Pedra (Mercado de las Piedras), donde vimos los tipicos puestos de ostras.




 ¿Que cómo estaban las ostras? Ni idea, ni a mi, ni a mi mujer, nos gustan, así que hicimos las fotos y seguimos paseando. Nos fuimos a dar un paseo por el puerto.


 Sobre las 13 horas, nos dimos cuenta de que habiamos visto Vigo y, algunas cosas, dos veces, así que cogimos el coche y nos fuimos a Nigram, un pueblecito costero a unos 20 kms de Vigo, allí vimos la catedral Votiva del mar, la verdad es que es lo unico que hay que ver, pero tiene una playa perfecta para pasear y unos bares a pie de playa donde se come muy bien.



 Comimos en el Paseo Maritimo, en el Restaurante o Peirao, buena relacion calidad precio y tienes un menú bastante extenso.

Después de comer dimos un largo paseo por la playa para bajar el vino, y decidimos ir a visitar otra ciudad cercana, Baiona, que está a 40 kms de Vigo.

 Vista desde la muralla del Parador y, debajo el puerto de Baiona
 La visita se limitó a entrar en el Parador, debido la hora que era, pero mereció la pena.
 Al entrar en el Parador, debes pagar 5 euros, si entras en coche, pero si consumes mas de 15 euros te descuentan los 5, cosa que no es dificil, conque vayais tres ya gastais mas de 15 euros, y hay un trecho andando desde la puerta, así que aconsejo entrar en coche hasta la puerta del Parador, y despues de tomar un café admirando las vistas desde la terraza, dar la vuelta por encima de las murallas que rodean al Parador


El Parador era una antigua fortaleza medieval, por eso la muralla que lo rodea, a lo lejos se puede ver, en dias claros las Islas Cies.

Después de este dia tan interesante, volvimos a Vigo y cenamos en el Restaurante Los Soportales, en la Plaza de la Constitucion y comimos bastante bien, pero lo mejor estaba al final, después de la cena, como la noche anterior, fuimos, en la misma Plaza de la Constitucion a la Fabrica del Gelato, donde comimos los mejores helados que hemos probado en mucho tiempo. Así que fuimos hasta el hotel con nuestros helados y a descansar que al día siguiente seguiamos nuestra ruta gallega.